Como decían las comadres de mi barrio,
los espíritus siempre están presentes.
En cada árbol, en cada esquina,
anidados en las cornisas
y en los olores a cenizas
junto al cordón de la vereda.
En el mármol, umbral de la simple puerta
y en cada llamador de bronce como trémula mano.
Casa a casa, tapial por tapial y
en cada rincón de amores furtivos,
recortados a la luz de la luna.
Ternuras permanentes parecen recordarlos.
Uno en uno, salen de noche los recuerdos,
en verano de tules de amistad
y lentamente vuelven a juntarse
de esquina a esquina, de cuadra a cuadra,
como siempre, eternos y mezclando memorias.-
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Como me gustado esta poesia , los espiritus estan siempre por todas partes, espero que sean buenos, que nos guien bien.
ResponderEliminarCon cariño
Mari