ASÍ SOY , ASÍ ESCRIBO



He soñado despierta con noches de estrellas
he soñado despierta con niños sin hambre
y exentos de toda maleza.

He soñado que los hombres del mundo
son hermanos, amigos para arreglar
lo que ya está destruido,

que sus manos han unido
al unisonó para formar
lazos de paz y olvidaron 
sus diferencias.

Que vivimos tranquilos 
en este mundo intranquilo

Pero sólo he soñado despierta,
y al despertar de mi duermevela
vi la cruel realidad,

seguían las noches sin estrellas
los niños con hambre 
y los hombres enfrentados.

Y pensé..., este mundo
ya nadie lo podrá cambiar
por que esta corrompido
de odio y de maldad.


Manoly Naranjo.


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MI UMBRAL


He recubierto las paredes de palabras,

de estrofas, de versos,

de poemas, de letras desordenadas.

No me alcanza la tinta que gotea aprisa

como venas abierta que ven la vida

esfumarse en sangre roja.

Ensimismada me encierro en la locura

de ver, de sentir, de palpar

lo que no tiene textura y no se toca.

He traspasado el umbral de mi historia

y  le he dado a beber a su guardián

veneno letal, inmunda pócima.

No me arrinconará con mi bestia interior,

no permitiré su tortura.

Las riendas de la vida y de  la muerte

las he tomado yo

en mis manos de sabia y de loca.

He cerrado los ojos,

silente mi alma ha traspasado las sombras

y mi espíritu ha salido victorioso

de las aguas profundas y fangosas.

Estoy aquí,  girando el reloj de arena

para dejar que vuelvan a pasar las horas.

Triunfante de la vida y de la muerte

nuevamente he firmado mi sentencia póstuma.


Octubre 2010

Patricia O. (Patokata)


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MI CORAZON


En mi Corazón ya no queda vida
por culpa de ese gran amor que se apagó,
cuando me hiciste la mortal herida
que un hilo de sangre arrojó.

Cuando tu mirada se clavaba en la mía,
vuelvo yo ahora tiempos pasados a evocar,
mi corazón con mucha fuerza ardía,
y pensando una lágrima vuelve a resbalar.

Como una hermosa rosa que se deshoja
mi corazón vuelve a suspirar
por el mal que sembré para que ahora recoja,
las grandes huellas que me siguen dejando tu amor, al pensar.



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MUERO PORQUE MUERO


En cada piedrecilla
que recojo y lanzo al rio
muero de dolor
de desgano
de nostalgia
y abandono
muero porque muero
de ansiedad
de soledad y celos
morir así no es morir
es vivir en tus adentros
recordando tus cabellos
tus dulces labios
tus firmes pechos
la aureola de tus pezones
y la seda de tu cuerpo
morir así no es ningún tormento
es vivir dentro de tu alma
es decir adiós al viento.

.


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EL NIÑO POLILLA DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA



Este silencio de imprenta que sufre iletrismo,
recorre un bosque mutista y podrido de edad,
pulso el botón del flexo y suena un click-clack 
que barre un tramo de crujía, crápula y amplia,
donde habita un insecto poeta y morfinómano.
De una ancha persiana salta una chispa
resultona de un estruendoso abracadabra
que estira el pasillo, allá lejos, está el
rincón famélico de un niño vacío, que admira 
el recorte de una sombra embobada. Un vago 
acopio de motas traslúcidas, y plomadas, fluctúan 
en la luz azafranada, esa luz de flexo que 
funciona con un simple click-clack.
Se arma, ya está, ya ha comenzado a pendular,
que inquietud para los fósiles, criar su marco
ilíaco e insípido, con el insecto mas solitario 
de la biblioteca…



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CARITA MORENA



Carita morena
piel de canela
ojitos de plata 
como..., como la 
luna bella.

¿Dime?.., qué causa tu pena

que con tus ojitos de plata
y tu piel canela...,
no tienes que tener pena ninguna

que la vida es una y hay que vivirla sin pena
ninguna.


Manoly Naranjo.

Derechos reservados.

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Cuervos de bala en un nuevo Román



Suena un chubasco de tildes en cursiva 
que acentúa la acera sudada en la
palabra lejanía, bajan al puerto las 
babas finas de lengua y las cuencas,
sin noción, buscando un fin de la vida, 
el mismo fin que camina a mi rumbo.
La nuez ancha de los viejos canales,
lleva la pulpa tascada en las patas de
una cría de cuervo que se moja sobre 
un poste telefónico. Gruesa y menuda,
como un disparo, cuelga en el brazo de 
un ogro enclenque que comienza a 
oscilar, y a dudar de aquellos cables que
le acosan. En la calle, por entonces, 
cae un chubasco de tildes en cursiva, 
que acentúa la acera sudada en la
palabra lejanía.




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