En Palestina los Niños y las Niñas son de nadie.

En Palestina los Niños y las Niñas son de nadie.

Acaso son niños y niñas de nadie?
En medio de una guerra fria y desalmada,
donde solo se escucha el suspiro de la muerte.
Potencias desérticas de amor y de ética.
Noches cuyas estrellas son los reflejos
de las luces de las armas que iluminan el cielo
con centellas de terrores nocturnos.
Humanos masacrados, olvidados, vendidos,
cuerpos destrozados, mujeres que gritan
como hebrias de vino, almas desintegradas
en furias de guerras sin sentido.
Lluvias de misiles de codicias miserables.
Desorden y extravio de mentes criminales
que arrasan con todo sin ningun sentimiento,
sin respeto alguno por la palabra vida,
ignorando que todos somos iguales.
Extraños, mezquinos, egoístas, asesinos.
Niños y niñas puestos en penumbras de agonias,
vidas troncadas, reducidas a cenizas de olvido.
Por eso canto sin canto, porque mi canto
se ahoga en mi pecho y se anuda en mi garganta.
En la memoria de la tierra quedarán sus gritos estampados,
y la noche repetirá sus quejidos en las conciencias
gastadas, que recorreran el camino de ser nadie.
Niños y niñas de nadie, mujeres, hombres,
adultos mayores, todos hundidos en el silencio maldito.
Y los poetas a quién le cantaran? a quién le escribirán sus versos?
Y si los escriben quien los leerá? si ya no hay ojos que miren,
si todo un pueblo ya se ha dormido... si los mismos ángeles están muertos
con una bala clavada en su espalda.
Despierten muertos, despierten los vivos,
que nosotros los poetas seguiremos profetizando.
Aunque hayan matado al mundo entero...
aunque derramen nuestra sangre...
no podemos permitir que nuestros hijos e hijas...
sean llamados los hijos de nadie.
Yo soy de mi pueblo y mi pueblo es mio,
hablo con su mismo verbo y canto, canto, con su misma voz.
Original de Alondra.