1
Veo mi tristeza prisionera
en la boba sonrisa de autómata,
mis lágrimas vertidas son ciencias sobre sus informes
y como quieren quitarme la rabia.
¡Que duros son estos tiempos!
ya no podemos permitirnos nada.
Sobre la nieve veo la futura sangre,
tras el vuelo, el sonido de un disparo.
Sus templos sagrados
son las podridas carnazas de los profetas.
Lo más querido para mi está descompuesto
bajo las botas de sus creencias.
Alejándose tras los cerrojos,
lo veo marcharse,
sin libertad renuncia a su libertad,
otra presa ha sido descuartizada.
José Suñé López
DEJA TU COMENTARIO
Magnifica manera de arroparse bajo un poema muy hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo
Con mis
Saludos fraternos de siempre..