De Aguas vivas
Buenos Aires, 1993
Porque, aunque no lo creas
−plano más concreto−,
la luz de las estrellas
también vuela
y, además, el horizonte
es una línea tan cambiante
de acuerdo a cómo vires
el rumbo de tus pasos.
*
De esta arboleda
tomá tu color
o tu desdicha; y tomá
tu mar, tu vaso...
Todo suena, pareciera,
a nueces secas. Pero
también suena un río
grandioso
que aún no escuchas.
Eduardo Dalter
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