Luna llena,
olas revueltas
que en la orilla mueren
entre espuma y perlas.
Pies descalzos,
cita a ciegas,
amor escondido
bajo las estrellas.
La brisa ha venido
a liberar cadenas
y sueños dormidos
de locas quimeras.
La noche ha encendido
todas las esferas
e ilumina el paso
de ésa que no llega.
Desde lejos se oye el canto,
cuenta le leyenda,
es la hermosa voz de la sirena
que se vuelve humana
cuando llega a tierra,
hermosa mujer
con hermosas piernas.
Mirando hacía el horizonte
él la espera,
a lo lejos ve que su amada llega
saltando en el agua
con su hermoso cuerpo de sirena.
Está impaciente
por volver a tenerla
y ya imagina sus cuerpos
amándose sobre la arena.
Él sabe que ama a una leyenda
y es su privilegio
verla y sentirla como mujer plena.
Sentir en su oído el canto sagrado
que sólo conocen las mareas,
beber de sus labios palabras antiguas
como el mismo cáliz de la tierra
y adentrarse en ella
buscando fundirse con su esencia.
La locura de amor
ha hecho de ambos presa
y así la noche, poco a poco,
con el alba clarea...
En el horizonte se aleja
con juguetones saltos la sirena,
él quedó dormido sobre la arena
desnudo de ropas
vestido de antiguas palabras
y belleza nueva...
Patricia O. (Patokata)
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