QUEDÓ VACÍO SU ESTANTE

La noche llego fecunda
la luna durmió su luna
en el árbol de brillantes
quedo vació su estante.

Lentamente con la brisa
se apagaron los sonidos
el hombre se fue cantando
a descansar su aleteo.

Al amanecer sintieron
un silencio desmedido
nadie andaba rondando
todos en sueños dormidos.

Llego pronto el mediodía
las voces surgieron tibias
se despertaron los truenos
a comer llamo el abuelo.

Todos con su letanía
con los ojos de bomberos
se sentaron a la mesa
comieron de sobremesa.

Hablaron de cosas viejas
fueron pasando las horas
la mesa se fue achicando
todos durmiendo la siesta.

El día se fue mudando
la noche llego temprano
ya no cantan, solo esperan
volver cada cual a su tarea.

©medianoche

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