Gabriela Fiandesio
Recibí tu carta, detesto la sensación de haber estado equivocada.
Se durmieron las nostalgicas alegrías de antaño, enmudecieron los ecos que proclamaban mares de besos en la alcoba.
Nosotros ya no somos esos, fuimos apagando las tenues luces que conducían a la pasión, fuimos malgastando las caricias en otros cuerpos ajenos a los nuestros.
Lo sé tienes razón una sola palabra bastó para alejarnos, desamor, no recuerdo el momento feliz en que recordabamos momentos felices.Ya todo se perdio, como se perdió el tiempo en estos minutos que te estoy escribiendo.
Aún no entiendo el porque, desde la ventana marchita recojo los despojos de este calvario vivido en compañia de tu imagen.
No se porque la infelicidad material que me has producido me lleva a plantearte lo mucho que te he deseado y lo mucho que deseo no haberlo hecho.
Finalmente desapareciste tras la puerta de este enero recién comenzado, dejaste ese olor de hombre inequívocamente tuyo, que ya no soportaba.
Perdoname la sinceridad, estoy buceando en otros cuerpos, tu estas en las orillas de otros muslos descansando el peso de tu cuerpo.
Me han palpado otras manos, me recorren las venas y sienten el calor de mi pecho hinchado de deseo.
Lo siento tanto.
No hemos sabido querernos.
No he dejado que me quieras, pero dejaré que me odies, como yo lo hago. Y volverás entonces odiandome a amarme y poseerme como a otra cualquiera.
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ja, ja, ja, el final no me gustó
ResponderEliminarMe gusto aunque el final me confundió y me envolvió en su tristeza...
ResponderEliminarhttp://eltristeintentodeunpoeta52.blogspot.com