EN LOS ACANTILADOS DE TU CEREBELO
Tengo ganas de llorarte,
llorarte el Mediterráneo,
llorarte todos los huesos,
tengo ganas de llorarte.
Creí que sería más fácil amarte,
más fácil dejarte, y hoy,
hoy quiero llorarte de los pies a las promesas;
quiero llorarte todos los pasos,
cada pretexto, en el vello, debajo de las uñas,
entre las caderas y la cintura;
de mi cama al cielo,
hoy quiero llorarte.
Quiero llorarte zafiros de gesto pesado,
dos frascos donde guardar tu aroma
y de tu aroma embalsamarme cada mañana de abril.
Necesito llorar, llorarte el aire;
llorar tus pretéritas piernas, tu muerte,
mi sarcófago, llorando quisiera irme.
Llorando ya no tendrás que esperarme llegar.
Te di mi eternidad en una tarde
y hoy quiero llorarte por última vez;
ya más no puedo hospedarte, no aquí.
Ya no soy yo en ti.
Ya no puedo morir contigo.
Y sin ti, tal vez.
Por eso tengo ganas de llorarte llorando mi muerte
¿Y por qué tendré tantas ganas de morirme cada día?
¿Dónde están tus pechos para llorarlos también?
Tengo ganas de llorarte.
Llorarte ceniza, de cabeza,
en silencio y a gritos, mejor.
Quiero llorarte en Marte y ayer,
hoy quiero llorarte llorando sin serte,
sin serte más nada, un susurro, una hoja manchada,
el hueco en tu labio, la lluvia de mayo,
en el infierno y el sabor de un beso perdido.
Ya más nada soy
Ni un fragmento del viento, la mínima sombra
o el sueño roto de otros,
sólo mi propio sueño soñando fragmentos
y queriendo llorarte.
Llorarte un instante gratuito,
en una transmisión monótona, fija,
de lamentos ahogados y acurrucado en la esquina
quiero llorarte incorrectamente, inválidamente.
Probo y ausente, afuera, hoy quiero llorarte;
en los acantilados de tu cerebelo, seguro quiero llorarte.
Y seguirte llorando hasta el mes entrante, hasta el jardín;
llorar contigo y sin verte, llorarte miércoles e imposibles.
Hoy quiero llorarte hasta desaparecerte,
llorando desaparecernos; hasta la sangre llorarte,
llorar, llorar y santificados evaporarnos.
Hoy quiero llorarte.
© Daniel J. Mendoza. ®2008/2009, La solitaria consecuencia de tu perfume
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Bendito el que llora por un Amor!!!!
ResponderEliminarBello poema Daniel
Un abrazo
María Rosa
querido Daniel....nadie mas que tu para hacer soñar con las bellezas del amor.....aunque sea por llorar........ Me parece estremecedor......Besos Hilda Breer
ResponderEliminarConmovedora forma de expresar hasta donde puede doler el amor, una clara puesta de letras donde llorar es decir te amo a voces.
ResponderEliminarExcelentes versos!
Me agrada la amera en como recuerdas
ResponderEliminara la persona mientras se le llora...
eres mejor que yo (en la poésia)
ya vez que lo mío es narrativa.
Ely
de una intensidad arrolladora ,que nos transportas a sentir tu dolor como nuestro,silenciosa letras...y el poder que tienen para hablar.
ResponderEliminarsi yo fuera esa mujer...lloraria a tu lado.
precioso llenas la oquedad de las almas,petons muassssss!!!