CUANDO ÉRAMOS INMORTALES


Cuando éramos inmortales

y viajábamos desnudos por el espacio

con sueños o ideas por alas

no teníamos en cuenta el juicio necio

de las pulgas, de las moscas, ni las cucarachas.

Cuando éramos inmortales

el alma jamás se despoja del cuerpo

-menos para copular o para amar-

El recuerdo siempre iba con nosotros

como una coraza o una segunda piel

Se heredaba la sabiduría y la fama

sin conocer el alma la descomposición

¡menos la corrupción mundana!.

Cuando éramos inmortales

nadie moría para siempre

éramos libres de lo mudable y lo caduco

Perduramos a perpetuidad

muchos nos cansamos de ser eternos

y decidimos aprender a morir, o dejar de ser

La inmoralidad se apoderó de nosotros

la impudicia, la deshonestidad la corrupción

la lujuria, el desorden, el escándalo, la bohemia

la vagancia y hasta la poesía nos prostituyeron

Perdimos las alas y los sueños puros

dejamos de ser imagen de los dioses

Aprendimos a pensar como las moscas

las cucarachas, las pulgas y los cerdos

HECTOR CEDIEL “ EL PERRO VAGABUNDO”

hcediel@yahoo.com

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