LOS REYES MAGOS Poema de Alma Mateos Taborda princesa azul



Por un camino de arenas
los reyes alegres van
los guía una hermosa estrella…,
los Reyes quieren llegar.

Baltazar, Melchor y Gaspar,
apuran a sus camellos
para llegar al portal
donde nació un niño bello.

Oro, mirra e incienso
llevan al niño Jesús,
además un dulce beso
y de la estrella, su luz.

Cantan los tres Reyes Magos
quieren llegar a Belén,
para dejarle regalos
al que acaba de nacer.

Jesús es el niño amado
de María y de José,
en una cuna de pasto
sueña soñando crecer.

Vino a salvar a los hombres
vino a morir en la cruz
abre sus ojos de soles…,
se llama el niño, Jesús.

Por eso los Reyes Magos
vienen a dejar su ofrenda
a traerle sus halagos
en la dulce Nochebuena.

Hay fiesta sobre la tierra
hay fiesta allá por el cielo
Los Reyes Magos de fiesta
y Herodes con rabia y celos.

Por un camino de arenas
los Reyes Magos avanzan
y al ritmo de sus camellos
pregonan sus alabanzas.

Esta noche es noche buena
dicen los tres Reyes Magos
nos va guiando una estrella
que ilumina nuestro paso.

Esta noche es noche bella
de alegría y caridad,
esta noche es noche buena
y mañana Navidad.

© 2010 Alma Mateos Taborda (princesa_azul)

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TÚ, MI LUNA.


Tú y yo podemos besar la vida a diario,
sin los problemas del horario y sin mojarnos los pies.
Disfrutar de la Bahía, del café y las comidas,
de los lunares en tu piel.
Y contemplar abrazaditos los reflejos de la luna
en la playa, la caleta, en tus ojos color miel.
Navegar sin timón ni velas en el océano del deseo,
acariciando tus dedos, tus mejillas y tu pelo.
Probar el sabor de tus labios y morderlos quedo, quedo.
Tus ojos son mis amigos, tus labios mi vigilia;
de todo esto es testigo la Quebrada y el medio día.
Te besare día a día, en los ojos, en las uñas,
en los codos y en tu cuello.
La luna ruborizada ya se oculta entre las nubes.
Esa es la luna de octubre, que se llama Lourdes como tú.
Que me guía hacia ti. Que ilumina como tú.
Que coordina las mareas de mi vida, de mi lecho.
Y me entrega caracolas cuando estoy en tu mar, tus pechos.
Y se pierde entre palmeras cuando te abrazo en el puerto,
en el muelle, entre las olas, en el Fuerte de San Diego.
Es la luna mi cómplice hoy, aquí lo reconozco.
Es mi amor, mi desesperación, mi pena.
Es la luna en Acapulco y Santa Lucia su diadema.
© Armando Cano.


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INSOMNIO




A veces va la noche... tan lenta, tan callada,
que pueden escucharse las voces del silencio,
o el latido incesante de  un corazón  insomne;
y viajan por el tenue laberinto  del tiempo
pensamientos alados hacia lejanos reinos
de felices momentos, o bajan al averno
de la melancolía o al abismo insondable
de la tristeza inmensa.
El rocío humedece  las grises avenidas
y la luna se esconde tras de nubes errantes;
y yo, solo como ella, musitando un poema
me oculto en los recuerdos o en sueños y
quimeras que nos trae la vida  y que no serán ciertos.
Cuando la diosa Aurora con sus dedos rosados
cubra la faz del mundo, al de ojo enrojecido porque perdió su sueño, 
le mostrará que aún debe seguir viviendo.

Antonio Marín E.


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Los Pájaros Ciegos- (Pantum



Miraré hacia la mar en esta noche
para buscar albatros que se asilan
en el claro de luna como un broche
no es casual, porque apenas los vigilan.

Para buscar albatros que se asilan
los pájaros golpean a trasnoche.
No es casual porque apenas los vigilan
viven en pena casi sin reproche.


Los pájaros golpean a trasnoche
ciegos por luz del faro se perfilan.

Viven en pena casi sin reproche
como húmedos fantasmas no vacilan.


Ciegos por luz del faro se perfilan
buscan la estrella etérea a medianoche
como húmedos fantasmas no vacilan.
Miraré hacia la mar en esta noche...

Amalia Lateano

http://amalialateano.blogspot.com.ar/2012/12/los-pajaros-ciegos-pantum.html


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VERSOS DE ARCILLA



¡Llevo tanto tiempo amando
en la distancia del tiempo
que el tiempo te ha embalsamado
en el sueño de mi tiempo...!

He transitado en tu sombra,
he transformado mis miedos,
 he volado con tus alas
surcando el azul del cielo.

Y he llorado los vacíos
de tantos vocablos huecos,
desenterrando ilusiones
y recuperando anhelos.

He tamizado el dolor
del silencio prisionero
difuminando tristezas
al abrigo de tus versos.

Yo he cabalgado en la noche
galopando contra el viento
perdiéndome en tu mirada
y respirando en tu aliento.

Y te he sentido tan cerca
a pesar de estar tan lejos
que mi alma te ha hecho suyo
en el eco de un Te quiero.



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Ella quiso ser nube y se lo dijo al viento




Desde que me recuerdo
en esta fábula de jugar nuestra vida
hago un vuelo sereno de mis noches
en el borde de tus labios.

Sé, que en el margen del delirio,
ella quiso ser nube y se lo dijo al viento,
como amantes encontrados en la carne,
sin castigo,
tanteando los límites de la palabra,
sin lágrimas,
contándole algún secreto…

Humana voz la del mar, la tierra,
el fuego ardiente que acaricia tus ojos,
el viento que te siente respirar.

Aliviada en sus mundos,
rodeada de esperanza
y abrazada a la brisa cálida
escribió su eterno secreto:
quiso ser nube con toda su plenitud.

http://monicalopezbordon.blogspot.com.es/



*El título del poema es un verso de Gabriela Mistral
*Cuadro de Vladimir Volegov


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ENTREGA




Guardaré mi voz en un pozo de lumbre 
y será crepúsculo toda la vida.

Ya girarán más leves los cuchillos
porque no encontrarán dónde herirme.
Erguida de rocíos negros,
para ti cantaré.

¡Que no me busquen los sin vista,
que no me llamen los ahogados,
que no me sientan los que huyo!

A mi soledad de reflejos,
amor,
sólo tú.


CARMEN CONDE
Cuadro: Detalle de "La bella romana" de Amadeo Modigliani

http://poemadeldia-amoramaramor.blogspot.com.es/

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SONETO EN LA MENOR




He conocido el mar y la montaña,
rocé el celeste desde el ras del lino,
la irresistible sombra de aquel pino,
porque me protegió en caricia extraña.

Es tu presencia amada, tan querida,
la que me acerca al pliego de la infancia
y me trae de nuevo la fragancia
de los mejores años de mi vida.

Te enseñamos a darte gota a gota,
como torrente de agua de la fuente
que entre flores y rocas salta y rota.

Unidas por la sangre, eternamente,
serena mi sonrisa en labio brota,
al pasarte la mano por la frente.

AMALIA LATEANO


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En un frío rincón de mi tapera
negra rata me mira fijamente;
yo la miro, y pienso tristemente
de mi fatal pobreza ¿Ella qué espera?

Qué busca en mi cotarro la matrera
si la tristeza nos cubre eternamente.
La soledad nos une firmemente
y el hambre de los dos es compañera.

Sus ojillos se burlan de mi suerte.
Yo la detesto y le deseo la muerte…
Quiero  que en su  covacha ella sucumba

y que se hunda  en el profundo averno,
que al cubrir mi vida el frío invierno
yo marcharé también  hacia la tumba.

 Antonio Marín