¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde?



¿Hasta cuándo?

Ha de llegar mi llanto.

Mi dulzura herida se ha dormido

entre los cardos.

Entre ellos,

espinados de tristeza,

lágrimas agujereadas

se destiñen,

y constriñen

al inmenso canal del precipicio.



¿Hasta dónde?

Ha de llegar mi risa.

Mi pronta primavera de canciones

despertará algún día

entre las rosas,

entre ellas,

escritoras de la rima.

Sonrisas afiebradas

volarán dulzuras

al corazón abierto de mi vida.



¿Hasta cuando?

Lloverán mis lágrimas.

¿Hasta donde?

Volará mi risa.

Hasta que muera,

hasta que viva,

sellada por la piedra negadora,

abierta a la gruta de la virgen

abierta al fin mi alma liberada.



Hasta el cubil del cielo

del primer momento de promesas,

donde tú, mi Dios,

me darás una carroza cantarina

para ser yo,

un haz de luz,

una febril antorcha de mi yo,

mi yo,

argumento de mi vida.






Copyright 2008

Derechos Reservados



 
DEJA TU COMENTARIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario