ALAS DESTROZADAS




Piensas...
que no puedo
darte amor,
cuanto lo siento...
Y prefieres,
conservarme como amigo;
y convertir mi vida en un tormento,
en simple añoranza de cariño.

Quise...
regalarte las estrellas,
y henchirte
de lisonjas apasionadas.
Rogándote dulcemente
que me quisieras,
y dejaras que te amara.

Si soy tu amigo,
no tu amante,
me alejo entonces de ti
con mis alas laceradas
buscando la razón
de tu desamor en las quimeras.

A tu belleza y amargura
le di mi amor, todo...
lo que de mi corazón brotara;
te prodigué lo único que amaba
y ya no queda en mí tanta ternura.

Ahora tu corazón grita,
que me amas...
y yo seré insensible
a tu tormento,
una pizca de cariño que ocultabas
hubiera podido aplacar mi vil tormento;
y brutal te abandoné con mi partida
dejándote morir en cielo abierto.

Gustavo Alfonso Leal Pérez.

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