Volvería a amarte si naciera de nuevo;
los amores tan grandes sobreviven al tiempo,
y al arcano designio de sentir desde adentro,
que trascienden la vida y se vuelven eternos.
Con la misma alegría, con ternura infinita,
con la paz que me anima a mirarte sin miedos;
a decirte te quiero y que mis ojos dibujen,
la solemne osadía de encenderte en mi cuerpo.
Como un duende amoroso que reemplaza vigilias,
por la inmensa alegría de felices encuentros;
con la laboriosa misión en la vida,
de hacer primaveras donde reina el invierno.
Mientras la luna haga nidos de amor entre sus fases,
y seamos golondrinas volando en el tiempo,
o adherida resina que en los soles se enciende,
o tal vez caminantes murmurando en secreto.
Porque nuestro amor es grande y redime los sueños,
y guardamos el alma en las mieles de besos,
volvería a amarte si naciera de nuevo,
más allá de la vida..., y más acá del silencio.
© 2008 Alma Mateos Taborda (Princesa_azul)
VOTÁ Y COMENTÁ LA OBRA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hermosos versos..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos
Que tengas un buen fin de semana
Queria Alma... que lindo escribes y que gozo el leerte... un beso, Reme.
ResponderEliminar