Cuando el sonido del silencio me despeja
la primavera de tus ojos me regala un día
el otoño se estremece sus rayos me relaja
sólo agua y cielo por testigos ya amanecía
Mientras tu cuerpo y el mío se acercan
cabellos que lleva el viento hacia atrás
entre tus manos y mi cara un huracán
libre, despejada, tuya te espero detrás
Ya no investigo si está bien o mal
sólo me dejo llevar por tu mirada
tu deseo me absorbe como animal
indefectiblemente muy acalorada.
Se rompe con tu voz en un te quiero
te miro, te siento, te acaricio confeso
de tus labios hoy mi boca es justiciero
conviertó el temblor del primer beso
PILAR
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