LA DAMA BLANCA

Una dama fina y blanca

me prometió la libertad,

pero se apropio de mi voluntad

me tendió una trampa.

Intente librarme de ella

pero arrebato mi conciencia,

y fui víctima de mi propia concupiscencia

ahora vivo en una cárcel sin rejas.

Esa dama seductora

prometió acompañar mi soledad

y calmar mi gran ansiedad

pero sólo logro exacerbarlas.

Creí en su sincera amistad,

hoy me encuentro así gracias a ella

preso en una cárcel de verdad y en otra sin rejas,

en una pago una deuda con la sociedad

y en la otra ¡La otra se adueño de mi existencia!

Descubriendo Magia en las Palabras

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