Y te traigo, y te llevo
y te tengo como en un sueño.
Y te pierdo,
y te deseo, bella mía y te reto
en una batalla de noche y duelo de día.
Y me rindo al latido de tu pecho
y te traigo, y te llevo
siendo musgo, del tuyo
del mío.
Y en tu boca un beso ceñido,
¡Ah! tu piel, piel en piel
terciopelo nacarado
y te beso en tersos y torsos
y en caderas y en labios sonrosados.
Y te pierdo en mis sueños rotos
y te espero y te amo.
Ramón María Vadillo
rvadillocarazo@gmail.com
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Maravilloso sueño
ResponderEliminarSaludos
Gracias Jose A. por tus palabras.
ResponderEliminarSaludos