Mujer embarazada óleo de Paco Hernández
Confieso que soy el cielo
El sol,
Las nubes amamantando el tiempo
Confieso que las estrellas
Las dibuje con mis sueños
Iluminando el firmamento de mis sentimientos
Que tus cabellos
Los acaricie palpitando mis deseos,
Y que tu cuerpo
Lo transite coloreando mis pasiones
Elocuentes del que ama
Confieso que no soy nada
Ni nadie en este mundo
Ante la majestuosa pulcritud de tu presencia
Mujer,
No soy el que confisca tus besos
Ni el que marchita tu alma
En añicos de penas,
Soy,
El que respeta tu nombre
Pintado
En el firmamento beso del te quiero
Confieso
Que soy
El que emancipa la palabra
Convirtiéndola en caricia mutilada de ternura,
Vos mujer
Eres
Luz
Embarazo creador de lo eterno
De lo infinito
Mezclado con mi esperma
Quietud erótica de mi cuerpo
Ante la belleza emblemática de tu movimiento
Vida
Adolfo Payés
DEJA TU COMENTARIO
Soy una rendida admiradora de toda tu poesía, querido Adolfo, pero este poema es, además, tan especial, tan maravilloso, que es uno de mis preferidos sin duda.
ResponderEliminarEres un poeta fuera de serie al que algún día veremos en los libros de texto.
Besos llenos de admiración y cariño.
Siempre es un pacer pasar por tu blog.. gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Con mis
Saludos fraternos de siempre..
La majestuosa pulcritud de los versos de Adolfo... es un poeta, un artista que rompe esquemas, y apuesta a la verdad y a la ternura a pesar de lo vivido.
ResponderEliminarLo admiro y le doy gracias a la vida por habernos encontrado. Y por acompañarnos. Sus poemas indudablemente devienen de una sensibilidad evolucionada, que despierta emociones y al leerlo quedas rendid@...
Lo admiro... repito.
Beatriz
Por supuesto, mi voto es para ti, POETA!!!
ResponderEliminarBesos