Como duelen en las manos las espinas,
que tengo por la rosa que he perdido.
Alejarme del jardín es lo debido
despedirme de su cuerpo y su mirada,
tratando de aturdir el pensamiento
y buscar la soledad para olvidarla.
.
Pero es inútil y vuelvo la mirada
a sabiendas del dolor y la añoranza.
Duele más el desamor que mil puñales
y es sentir en la llaga de esa herida,
el ardor de la sal, que es esparcida,
por esa sinrazón, que ella me planta.
Deberé seguir los pasos del destino
de andar buscando otra esperanza.
Que no ha de ser tan duro ese camino
comparado con la angustia que me causa.
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Como todos los trabajos de Horacio; excelente!
ResponderEliminarSaludos!!!
Bravi Horacio aplaudo de pie su inspirado poema, es muy dificil amar y no ser correspondido o engañado se necesita valor para voltear el rostro y tragar la ofensa, pero lo que mas me gusta es que en tu vasto horizonte siempre dejastes un espacio a la esperanza, ya que ella reconforta y cura cualquier desgarradura, ha sido un placer, Jesus.
ResponderEliminarExcelente poema,muy sentido,y duro pero tan cierto tal cual es el desamor,me encantó,felicitaciones! un abrazo!
ResponderEliminarMuy lindo poema... de amor y desamor.. lo que mueve a la vida.
ResponderEliminarSaludos, Reme.
el desamor es algo muy triste para mi
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