Estos versos extraños,
migraron de un lejano violín,
zumbando en mis manos.
Fueron saetas
bordando sueños de amapolas
buscando refugio en el papel,
fueron golondrinas
tallando vuelos de tinta
Se volvieron cotidianos ritmos
recitando versos
en el borde tibio de mi piel...
VOTÁ Y COMENTÁ LA OBRA
¿Que te puedo decir? ¡Hermoso!Tus poemas tienen alas que vuelan hasta el infinito.
ResponderEliminarUn abrazo
María Rosa
Gracias Maria Rosa, tu comentario es libélula que me agrada en su vuelo.
ResponderEliminarUnos versos hermosos!!
ResponderEliminarQuerida Amiga
ResponderEliminarMuy bueno lo tuyo y ya sabes que me consta a mi!
Te mando miles de besos, Dios siga encaminando tus pasos !!!
Tu amiga Ana Marìa
Muy bello poema por su calidez y delicadeza en sus versos
ResponderEliminar