El aire se vuelve fecundo
La noche amante insaciable
En este frenesí de caderas,
de pechos que emanan lujuria
En esta danza de fuego,
de cuerpos mulatos entrecruzados,
en este ritual de tambores
La tierra toda se vuelve sedienta,
cuando la negra candombera
grita la caricia de la mano fértil,
( paloma blanca salvaje)
que engendra en su vientre
un nuevo continente
África gime / llora
En esta embriaguez de sus raíces …
VALERIA BORGES.http://vozdepapel-vb.blogspot.
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Exelente. Te felicito.
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