Invisible la línea del medio ha quedado,
entre las luces las sombras dibujan inertes
fantasmas de agónicos sueños y llanto silente.
Aulla la noche tras la lluvia y viento helado.
La otoñal apariencia de las hojas volando
en las calles vacías de calor, con poca gente
caminando en las veredas sin mirar al frente,
es el preludio de un invierno sin días soleados.
Mayo ha alfombrado las veredas de tonos ocres
junto al aire mojado por la helada nocturna
juega el viento indiferente sin perder el porte...
y pasan los fantasmas como suspirando culpas
erizando los cabellos vagan en la noche
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