Palpita el corazón de la montaña.
Polvo, espanto, caos, desolación.
El estupor de treinta y tres mineros
inmersos en el fondo del infierno
trabajando por el sustento diario.
No escucharon el grito de la tierra,
ni el peligro oprimiendo sus figuras.
Después:
Ángeles asustados, oscuridad,
solo ellos, Dios, una lágrima,
y el deseo volver a sentir el sol
sobre sus rostros curtidos.
Fueron muchos los días de zozobra
Diecisiete.
Enfrentando a la roca hostil
que los mantenía prisioneros.
Midiendo las palabras,
solo un rezo aflorando a los labios.
Las noticias corrían por el mundo
como lenguas de fuego arrasando conciencias.
¡No existe probabilidad de vida!,
Sostenían algunos incrédulos
Nuevamente,
La desgracia azotando a un país.
Pero la fe del pueblo y su gobierno
redoblaron la apuesta.
Vibró la roca con maquinaria extraña.
y pudo mas el amor, que los presagios.
La mole de granito se rindió ante el trabajo,
y una brecha de luz ilumino al cansancio.
Desde el fondo del abismo
esos rostros agotados sonreían
Viven:
Un grito unánime estallo en las gargantas.
Están allí, débiles pero enteros.
Con cautela se organizó el rescate,
cada país del mundo colaboró en esta empresa.,
y cada habitante del planeta se unió en oración
Setenta días,
Se trabajó sin descanso
Dentro, el calor , la humedad, la incertidumbre.
afuera , un pueblo levantado
sobre el árido piélago bautizado Esperanza
El túnel fue creciendo día a día
Al fin, la capsula bajó
a las profundidades de la nada.
Uno a uno subieron los mineros,
con su mochila al hombro,
sin culpas, con respeto,
asombrando al mundo con pocas palabras,
y el abrazo hacia sus superiores.
Chile mostró su rostro dolorido pero integro,
la unión hace la fuerza, la humildad hace el resto.
Esos hombres desafiaron al peligro,
gambetearon a la fatalidad y le ganaron
El escudo fue Dios quien en recompensa,
Él les devolvió la esperanza.
Gracias hermanos chilenos
por enseñarnos lo que se puede lograr
cuando el pueblo y el gobierno están unidos
Lydia Raquel Pistagnesi
Qué excelencia de poema con toda la contundencia de la emoción a flor de piel en cada verso y a propósito del final feliz de los 33 mineros hay que ver por qué se resolvió tan pronto y con tanta excelencia y no sucede así con otros problemas de igual o más gravedad en el mundo: Y se resolvió "porque no implicaba alteración alguna a las estructuras existentes, movilizaba a los medios de comunicación y no privaba a nadie de privilegios que obstaculizan una más justa distribución de la riqueza. Atacar, con intenciones de solucionarlo, el drama de la exclusión social,afecta intereses cuyos detentores no están dispuestos a reducir."
ResponderEliminarSoy chilena residente en el sur de Argentina y me hemocioné con el poema de esta escritora.
ResponderEliminarMe gustaría qu por su intermedio le haga llegar mi agradecimiento
Marta Garcia