ENTRE MUSA Y MALVADA BRUJA
En la penumbra de mi alcoba me hallo
bajo ésta, la tenue luz de una vela,
y en mi mano anda presa y se revela
una añeja pluma presta al desmayo.
¡Más aprisa! la espeto –yo- rabioso
notando como se diluyen raudos
estos breves pensamientos desnudos,
tras un torrente imprevisto y furioso.
Llora sus lágrimas entre mis dedos
-la ya narrada- en esta noche ingrata,
culpándola su demora, mis miedos.
Aciaga esta mente torturadora,
que yerra entre musa y malvada bruja
llenándonos de angustia destructora.
Ramón María Vadillo
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Contundente poema que me ha traído a la memoria que José Martí, me parece, decía que el arte de escribir era muy fácil, sólo había que sentarse frente a la máquina de escribir (en ése entonces sólo había máquina de escribir) y dejarse desangrar. Un gran abrazo
ResponderEliminarmuy buen tema, mi amigo.
ResponderEliminarun gusto leerte.
un abrazo
Ya quisiera para mí tanta facilidad, amigo Drac. Aunque es cierto que el desangrarse, de vez en cuando es hasta (creo yo) saludable.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola reltih, lo cierto es que hay noches en las que en un instante, brotan versos como agua de manantial, y es sabido que de no captarlos desaparecen ante nuestros ojos, como corriente de río.
ResponderEliminarGracias por tus palabras reltih, un abrazo.
Mis saludos desde Santiago de Chile, un agrado leer-mirar su espacio, felicitaciones!
ResponderEliminarLeo Lobos
Hola Leo Lobos, Muchas gracias por sus palabras, en breve me paso por su espacio para disfrutar de sus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD. Tuteeme por favor, bastante mayor me hace ya la vida.
Magnificos versos de una noche de otoño.
ResponderEliminarUn verdadero placer leerlos.
Saludos
Gracias José A, por tus palabras y por leernos. Me pasé por su blog y me gustó, así que nos leemos.
ResponderEliminarUn abrazo