De cualquier manera,
no es una tortura el haber
sentido tanto,
ahora que lo observo incorpórea,
desde otro espacio, otro tiempo,
como una espectadora de historias ajenas.
Ver la luz....
- se abre la esperanza
y la pasión se instala -
sentirse otra mujer,
o quizás....
mejor mujer,
para un mejor hombre.
No es tortura lo que viví,
porque de cada dolor, de cada lágrima
me fortalecí
- ave fénix renazco de mis cenizas -
más allá de todo,
más allá de la decepción,
más allá del dolor,
más allá de amores contrariados.
Pero .......... ¿sabes?
nunca perdí esa convicción interior
que cómplice me susurraba,
como un mantra, como una profecía,
que no era lo que viví,
el amor que por mi esperaba,
en esta vida.
Y... fue duro, si, te lo aseguro,
fue duro el transitar
de decepción en decepción
- calles sin vueltas, encrucijadas-
ese malestar por sentirse diferente
sin encontrar los porqué a tantas cosas
sin sentido y tan amargas.
Sin embargo...
- lo anticipé, te anticipé -
luz de renovación que fulgura en mi presente,
una idea corporizada, un sentimiento,
que electriza mi sangre
y da vida a mi fuego.
No creeré en vos
si eso es lo que pides.
- no defiendas tu espacio,
tu sangre,
como mi sangre,
ante el pensamiento de la entrega,
se inflama -
No creeré en la magia de tus letras,
ni siquiera en la dulzura de tu habla,
pero allí estás,
al igual que yo, cuerpo presente,
alma latente,
esperando fundirte en mí,
en cuerpo y alma.
Dime entonces…
al pensarme….
¿no es acaso una deliciosa sensación,
la que te embarga?
Pintura: "Entrelasada" de mi amiga la pintora argentina, Marta Álvarez
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