Fui Señor, en el tiempo de las sombras,
perfil de greda hecha escalofríos,
cansancio fragmentado sin palabras,
temblor, en la agonía del destino.
Miré mi pequeñez dubitativa,
desnuda sin rencor, sin esperanzas.
A mis pies, un abismo sin sonidos,
ante mis ojos un páramo sin alma.
Desesperada, arañando las paredes
Quise volver a mi felicidad de antaño
Antorchas invisibles se encendieron,
brotó la luz, dibujando mil mañanas.
Y comprendí Señor, que las respuestas
Estaban dentro mío sin hallarla………………….
l.pistagnesi@gmail.com
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Bellisima oracìon, felicitaciones a la autora
ResponderEliminarCreo en en algùn momento de nuestra vida, me senti de esta manera
Antonio Uriburu
Que dificil es el oficio de poeta para lograr esta perfecciòn que nos brinda esta escritora . Felicitaciones
ResponderEliminarMabel Souto