Este silencio de imprenta que sufre iletrismo,
recorre un bosque mutista y podrido de edad,
pulso el botón del flexo y suena un click-clack
que barre un tramo de crujía, crápula y amplia,
donde habita un insecto poeta y morfinómano.
De una ancha persiana salta una chispa
resultona de un estruendoso abracadabra
que estira el pasillo, allá lejos, está el
rincón famélico de un niño vacío, que admira
el recorte de una sombra embobada. Un vago
acopio de motas traslúcidas, y plomadas, fluctúan
en la luz azafranada, esa luz de flexo que
funciona con un simple click-clack.
Se arma, ya está, ya ha comenzado a pendular,
que inquietud para los fósiles, criar su marco
ilíaco e insípido, con el insecto mas solitario
de la biblioteca…
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"El rincón famélico de un niño vacío" es una imagen fuerte y extraordinaria. Yo miraba la biblioteca hacia lo alto, con tanto deseo; pero, al extender mis brazos, siempre me quedaba lejos.
ResponderEliminarEl poeta interpretó mi sentir solitario.
http://enfugayremolino.blogspot.com/
MUCHÍSIMAS GRACIAS a Antología Literaria por publicar mi texto, es un verdadero HONOR estar aquí, os dejo todo mi cariño y admiración por vuestro trabajo.
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