Cuadro: Songs of the morning. Henrietta Rae
Recorro el territorio de tu cuerpo
sabiendo que no podré librarme
de cada tentación tuya.
Declino la noche en equilibrio,
conjugo el alboroto de mi antílope
que me arrastra como relámpago lánguido,
muy lánguido, que se multiplica
en tu canto desleído.
Esta pasión mía delimita el país que amo,
patria donde anochece sin prisas
sobre todo, cuando puntúo en la página blanca
con acento de Roma y los soldados son
el próximo verso,
las palabras llenando el Jardín de las Delicias
y la cándida noche soliviantando
los pecados hasta la llegada centellante del alba.
Como quien espera
toco el cielo de tus manos…
Mónica López Bordón
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Precioso, sentido e intenso. ¡Felicitaciones! Un abrazo.
ResponderEliminarmetafórico escrito, muy sensual...
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