LA ROSALEDA
La rosaleda perfuma mi deseo,
y busco el olor de tu mirada
en las cálidas noches de marzo
Esa rosa carmesí de tus labios
que sabe a felicidad, cuando
con mis besos en ella me pierdo.
Dulzura de la noche estrellada,
caminar violando intimidades,
susurrando sueños oníricos…
viajar por la nada contigo.
Morir la noche en la soleada alcoba
gozando calladamente de tus lujurias,
mientras gritamos placeres,
y nuestras manos desenfrenadas
hablan lo que nuestras bocas callan.
La rosaleda perfuma mi deseo,
y tus labios escandalosos
claman ¡Ámame!
y sigiloso… te vendo mi deseo,
que por tu cuello en besos
comienza a morir.
Paco
Francisco Romero Díaz
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qué bacaneria de romanticismo y sensualidad.
ResponderEliminarfull escrito. me encanto.
un abrazo
Me encantó, la rosaleda perfuma mi deseo, está todo dicho...
ResponderEliminarIlusiones