RIO DE OTOÑO


Pintura: "Otoño en el Delta" del pintor argentino, Martín Carrique

 Duermo en la ribera de este río
con mi cabellera flotando sobre sus aguas.
Robo estrellas al cielo con mi mirada,
que prendo de mis pupilas,
luciérnagas prestadas,
mientras me mece el silencio de la noche.

Imagino cascadas de colores,
tonalidades vírgenes de esta naturaleza
que me supera y me abraza
como una nodriza amante.

Cuando despierto,
desde un viejo árbol
un panal de abejas me regala
un desayuno de dulzuras
y entre mis labios la miel corre
buscando el sendero de mi boca.

Sacudo mi nostalgia
de sombras largas
y recito mi fábula de ríos mansos,
de manos acariciando tornasoladas aguas,
mientras me arrebata insolente
el soplo dorado de abril,
preludio del otoño.

Por un instante,
transito de mujer a pez,
mi piel se convierte en escamas,
y mis escamas se vuelven del color de las hojas.

Giro ágil y certera entre los remolinos,
nado contra la corriente,
remonto el cauce que baja de los cerros,
y agonizo cuando el sol
se esconde lánguido en el ocaso.

María Magdalena Gabetta




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2 comentarios:

  1. Anónimo3/2/10 01:42

    al final, terminé muy triste.
    un abrazo

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  2. Muy buen poema,¡ le da vida a la barca!,se queda extenuada de tanto luchar contra corriente. Eso le pasa a alguna persona.

    Gracias

    Leonor

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