El tiempo que ha pasado
me envuelve en quimeras
y siento mis penas
de añoranzas prisioneras
de un amor que se emigró.
Queda el alma desnuda
como pájaro sin plumas,
desolado y cabizbajo
en medio del camino
llorando su pundonor.
Arrasado por el viento
el orgullo medio muerto
intenta levantar soñoliento,
acosado por impulsos,
su truncada cerviz.
Todo gira y se remueve,
molinillo de papel
soplado por el aliento
de un dulce amanecer
que enaltece sentimientos.
De la brida agarrado
el corcel de mi arraigo
se eleva simultáneo
con las rosas primaverales
que volvieron a su ser.
me envuelve en quimeras
y siento mis penas
de añoranzas prisioneras
de un amor que se emigró.
Queda el alma desnuda
como pájaro sin plumas,
desolado y cabizbajo
en medio del camino
llorando su pundonor.
Arrasado por el viento
el orgullo medio muerto
intenta levantar soñoliento,
acosado por impulsos,
su truncada cerviz.
Todo gira y se remueve,
molinillo de papel
soplado por el aliento
de un dulce amanecer
que enaltece sentimientos.
De la brida agarrado
el corcel de mi arraigo
se eleva simultáneo
con las rosas primaverales
que volvieron a su ser.
Hoy camino frente en alto
con la sonrisa en labios
la experiencia a flor de piel,
importándome un "rábano"
caer en otros brazos
y volver a renacer.
Leonor Rodríguez Rguez.DEJA TU COMENTARIO
Un renacer muy bello.
ResponderEliminarBesos y susurros cálidos
Gracias Yemaya por tu tiempo en mi poema.
ResponderEliminarQue tengas días de luz y amor.
Leonor
Hermosos y sentidos versos, Leonor.
ResponderEliminarMarta Alicia, gracias por tu estar y que tengas un feliz domingo, lleno de amor y luz.
ResponderEliminarAbrazos
Leonor