LAGRIMA

Lúcidamente te contemplo.

Solo recordar tu nombre,

y ver que no te siento.

Lúcidamente te contemplo.

Ya ni tu calor me gusta,

y mi vida ya la pierdo.

Ya deshoja la mañana

y siento que me muero;

que caigo y no me levanto.

Vienes y no quiero verte.

Sabes que es tu amor incierto

y aún rondas por mi valle

comportándote sin tiento,

vacía; en ti misma metida.

Escuchar yo no quiero

pues el odio llena mi alma

y mi corazón está yerto.

Crisanto Gómez
hardrock930@gmail.com

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