Falto de amor y maternal cariño;
cargado con sus penas y sus trapos;
cubierto con sus míseros harapos
va entristecido y delicado niño.
No supo lo que fue cuna de armiño
ni la delicia de los verdes campos;
sólo a la débil luz de tristes lampos
pobre mujer le arrulla en su corpiño.
Al cierzo helado de la noche oscura
sobre la acera enmugrecida y dura,
su cuerpecillo sucio y macilento
clama a la madre que lejanamente
en medio del placer y del contento
ya se ha olvidado de su hijo ausente.
Antonio Marín E.
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Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
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